Partículas en Movimiento

El vacío. El frío vacío antes que el calor del sol podrido sentenciado por la sustancia efímera. Veo las partículas difuminándose con el viento, recorriendo miles de sitios opacos, sin límites, transparentes, libre uno a uno. Nadie se encuentra en tal sitio, sólo las partículas cristalinas y el universo entero en todo su caos y creación a la vez. Eso lo único que se puede discernir de la oscuridad eterna, del mas absoluto silencio. No se oye nada, tan sólo el viento en el límite del viaje puro y translúcido del ser a lo denominado terrenalmente más allá.

Sólo aire en su más estricta esencia, no hay capacidad de divisar pero la comprensión del ente es máxima. Nunca ha hallado tal Verdad y libertad a la vez.
Todo lo anterior no importa, nunca ha importado ante tal fin.

                                                                                              
                                                                                                                      

El Otoño

Dulce serpiente de marchitas escamas
Atormentados sueños del pasado
Siempre azul ennegrado que antaño era cielo
Subyaciendo del hondo de la tierra sin nombre.
Cenizas volando, sin retorno a un todo
Un todo esparcido por fuego, tierra, agua y aire
Todo a la vez y nunca nada.
El viento sopla con alas rápidas
Pasando por montañas desgastadas por el tiempo
Tierra pesada, demasiada pesada para ilusiones que cuestan enterrar
El verano.

El agua turbada por negra zarpa de un dios perdido
Fuego en el cielo y en el infierno frescor de flor recién muerta
Otoño, te vuelves crepúsculo, dando paso al invierno, eterna noche.