viernes, 9 de agosto de 2013

Agrietada

Un aguador en la zona de Pakistàn cargaba con dos vasijas que colgaban en el extremo de un palo que llevaba sobre sus hombros. Al llegar al mercado, el contenido de una vasija estaba siempre al completo, mientras que la otra vasija, al estar agrietada, sòlo llegaba con la mitad del agua. Un amigo le hizo ver al aguador lo que acontecìa, pero éste le invitò a apreciar el camino y descubriò que en el lado de la vasija agrietada lucìa una vereda de bellisimas flores.