sábado, 8 de enero de 2011

Ámbar y debilidad [Caravan-Blur]

Un pequeño aire country daba paso a una voz rota por los excesos, como cantada en directo a través de la radio, o en un club perdido de Norteamérica. Una melodía tranquila, perfectamente quieta. Un toque electrónico a la vez y distorsiones suaves, con sonido de jazz, un sonido de recuerdo lejano. De paseos por el campo, de hojas caídas en matices ámbares y ocres en todas sus tonalidades. De repente otro matiz. Ahora, unas chispas de sonido de alguna melodía asiática se entremezclaban con la voz, dejándose fluir derrotada y evidenciando el alto contenido emocional. Toques que descolocaban la anterior imagen y que añadían un toque desconocido y oriental. Después todo volvía a la normalidad, introduciéndose otra vez en la visión anterior. Aunque la voz cada vez decaía más y más. Impresión de cierto cansancio, un agotamiento quizás moral. Entraban en acción un acordeón e instrumentos de viento madera. Subiendo de volumen cada vez más y más mientras la voz cada vez disminuía en intensidad resquebrajándose por completo llegado a un punto álgido. La emoción embargaba a la persona que había detrás de esa voz. El acordeón seguía sonando, esta vez sin la voz ya desaparecida.

Luego todo volvía a la normalidad. La voz volvía a pronunciarse y los instrumentos, ésta vez tocaban con total armonía, mezclando sus matices y tonalidades. Adaptándose a la voz perfectamente acompasados, magistralmente rítmicos, para desaparecer en su fin, como todas las cosas.

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